Ayer fui de compras, para mi suerte, no había calor, pero el pavimento no se veía de todos los pies que caminaban por encima. Quedan tres días para Noche Buena, y como cada año y buen chileno comprando los regalos a última hora. Me encanta regalar. Me encantan esos ojitos de sorpresa que pone la gente al abrir un regalo y me siento aún más feliz cuando veo sus sonrisas o oigo un "gracias". Es por eso que me esmeré en conseguir un buen regalo para mis seres queridos, aunque mis pies se llevaran todo el esfuerzo.
Más que recibir me gusta regalar, así que no me interesa mucho que vayan a regalarme. Ya no soy una niña para exigir un regalo en especial, aunque sí soy una niña para otras cosas. En fin, quiero disfrutar cada minuto de esta víspera de Navidad, que gusta tanto.
Atentamente...

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